El cáncer de próstata es una de las formas de cáncer más frecuentes en hombres, sobre todo a partir de los 50 años. Aunque no es posible eliminar completamente el riesgo, hay muchas acciones que pueden ayudar a reducir la probabilidad de desarrollar esta enfermedad. Los factores genéticos y la edad juegan un papel importante, pero adoptar ciertos hábitos de vida saludables puede marcar una diferencia significativa. A continuación, repasamos algunas estrategias efectivas respaldadas por la ciencia para disminuir el riesgo de cáncer de próstata.

1. Mantener una Dieta Saludable y Equilibrada

La alimentación es uno de los factores más influyentes en la prevención del cáncer de próstata. Varios estudios han encontrado que ciertos alimentos y patrones dietéticos pueden reducir el riesgo de esta enfermedad. A continuación, algunos consejos dietéticos específicos:

• Incluir frutas y verduras: Las frutas y verduras son ricas en antioxidantes y fitoquímicos que pueden ayudar a proteger las células de daños. Los vegetales crucíferos (como el brócoli, la col y el repollo) contienen compuestos que han mostrado efectos protectores frente al cáncer de próstata.
• Consumir más licopeno: El licopeno es un antioxidante presente principalmente en el tomate, así como en otras frutas y vegetales rojos. Estudios han señalado que los hombres que consumen más licopeno tienen un menor riesgo de cáncer de próstata. Cocinar los tomates (por ejemplo, en salsa) libera más licopeno y facilita su absorción en el cuerpo.
• Evitar las grasas saturadas y trans: Las grasas saturadas (presentes en carnes rojas y productos lácteos enteros) y las grasas trans (presentes en alimentos procesados) se han asociado con un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de próstata. Optar por fuentes de grasa saludables, como el aceite de oliva, los frutos secos y el pescado, puede ser beneficioso.
• Aumentar el consumo de pescado: El pescado, especialmente el rico en ácidos grasos omega-3 (como el salmón y las sardinas), puede reducir el riesgo de cáncer de próstata. Los omega-3 tienen propiedades antiinflamatorias y protectoras para la salud celular.
• Reducir el consumo de productos procesados y carnes rojas: Las dietas altas en carnes rojas y productos procesados se han asociado con un mayor riesgo de cáncer de próstata. Se recomienda limitar el consumo de carnes rojas y optar en su lugar por proteínas vegetales (legumbres, nueces, tofu) o proteínas magras (como pollo o pescado).

2. Mantener un Peso Saludable

El sobrepeso y la obesidad han sido identificados como factores de riesgo para el cáncer de próstata, especialmente para las formas más agresivas. La obesidad contribuye a la inflamación crónica en el cuerpo y puede afectar los niveles hormonales, lo que facilita un ambiente propicio para el desarrollo de cánceres, incluida la próstata. Para mantener un peso saludable, es fundamental combinar una dieta equilibrada con ejercicio regular.

3. Hacer Ejercicio Regularmente

La actividad física regular no solo ayuda a mantener un peso saludable, sino que también puede reducir el riesgo de cáncer de próstata. Se ha demostrado que el ejercicio reduce la inflamación, mejora la función del sistema inmunológico y regula las hormonas, lo cual ayuda a proteger la próstata. Además, los hombres físicamente activos tienden a tener niveles más bajos de PSA (antígeno prostático específico), lo que podría reflejar una menor probabilidad de problemas prostáticos.

Recomendaciones de ejercicio:

• Se recomienda realizar al menos 150 minutos de ejercicio aeróbico de intensidad moderada por semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta.
• Incorporar ejercicios de resistencia, como levantar pesas, puede ser beneficioso para la salud general y la prevención de enfermedades.
• Estiramientos y actividades como el yoga o el pilates pueden ayudar a reducir el estrés, otro factor relevante para la salud de la próstata.

4. Limitar el Consumo de Alcohol

El consumo excesivo de alcohol se ha asociado con un mayor riesgo de cáncer en general, y aunque la relación con el cáncer de próstata no es tan directa, limitar el consumo puede reducir riesgos. Las recomendaciones para los hombres sugieren no exceder de dos bebidas alcohólicas al día.

Además, el alcohol en exceso puede contribuir al aumento de peso y afectar la función hepática, factores que indirectamente pueden influir en el riesgo de cáncer.

5. Evitar el Tabaco

Fumar no solo afecta los pulmones, sino que también está vinculado a un mayor riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el cáncer de próstata avanzado. Dejar de fumar reduce significativamente el riesgo de cáncer en general y mejora la salud cardiovascular, contribuyendo a una mejor calidad de vida.

6. Realizarse Exámenes de Detección Temprana

La detección temprana puede no prevenir el cáncer, pero sí permite descubrir la enfermedad en sus etapas iniciales, cuando es más tratable. La prueba de antígeno prostático específico (PSA) y el examen rectal digital (ERD) son las pruebas más comunes para detectar problemas de próstata.

Recomendaciones de exámenes de detección:

• Hombres a partir de los 50 años deberían consultar a su médico sobre la necesidad de hacerse un examen de detección.
• Aquellos con antecedentes familiares de cáncer de próstata o de raza negra (grupo de mayor riesgo) deberían considerar realizarse pruebas de detección a partir de los 40-45 años.
• Es importante discutir con el médico los riesgos y beneficios de la prueba de PSA para tomar una decisión informada.

7. Manejar el Estrés

El estrés crónico puede afectar el sistema inmunológico, aumentando la inflamación en el cuerpo y alterando el equilibrio hormonal, lo cual puede impactar negativamente en la salud de la próstata. Existen varias maneras de manejar el estrés y mejorar la salud mental, lo cual también beneficia a la salud física en general:

• Meditación y respiración profunda: Ayudan a reducir la respuesta de estrés del cuerpo.
• Ejercicio: Liberar endorfinas mediante actividad física ayuda a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
• Dormir lo suficiente: La falta de sueño se asocia con una salud inmunológica deficiente y un mayor riesgo de enfermedades crónicas.

8. Consumir Suplementos con Precaución

Aunque se han estudiado varios suplementos en relación con el cáncer de próstata, los resultados no son concluyentes. Los suplementos de vitamina E y de selenio, en particular, han sido estudiados ampliamente, pero algunos estudios incluso han sugerido que podrían aumentar el riesgo de cáncer de próstata en dosis altas.

Es recomendable obtener los nutrientes principalmente de una dieta balanceada y, en caso de considerar suplementos, hacerlo bajo la supervisión de un profesional de la salud para evitar dosis excesivas o interacciones negativas.