Cirugías para el crecimiento prostático: opciones y beneficios
El crecimiento prostático, conocido como hiperplasia prostática benigna (HPB), es una condición común en hombres mayores de 50 años. Esta afección puede causar síntomas molestos como dificultad para orinar, aumento de la frecuencia urinaria y sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga. Cuando los tratamientos farmacológicos no son suficientes, se consideran diversas opciones quirúrgicas. A continuación, exploramos las principales cirugías disponibles para tratar el crecimiento prostático.
1. Resección transuretral de la próstata (RTUP)
Es la cirugía más común para la HPB y se considera el tratamiento estándar. Se introduce un resectoscopio a través de la uretra para eliminar el tejido prostático que bloquea el flujo urinario.
Beneficios:
- Mejora rápida de los síntomas urinarios.
- Procedimiento mínimamente invasivo.
- No requiere incisión externa.
Consideraciones:
- Puede causar eyaculación retrógrada.
- Riesgo de sangrado y necesidad de hospitalización breve.
2. Enucleación con láser de Holmium (HoLEP)
Utiliza un láser para eliminar el tejido prostático en crecimiento y posteriormente extraerlo con un morcelador.
Beneficios:
- Reduce el riesgo de sangrado, ideal para pacientes con anticoagulantes.
- Menor tiempo de recuperación en comparación con la RTUP.
Consideraciones:
- Requiere equipo especializado y cirujanos con experiencia.
- Posibles efectos secundarios como incontinencia temporal.
3. Vaporización con láser de próstata (PVP)
Emplea un láser de alta energía para vaporizar el exceso de tejido prostático.
Beneficios:
- Menos sangrado en comparación con la RTUP.
- Recuperación más rápida.
Consideraciones:
- Puede no ser tan efectivo en próstatas muy grandes.
- Posible irritación urinaria temporal.
4. Prostatectomía abierta o laparoscópica
Se recomienda para próstatas de gran tamaño. Consiste en la extracción quirúrgica de la glándula prostática a través de una incisión en el abdomen.
Beneficios:
- Eficaz en casos de HPB severa.
- Resultados duraderos.
Consideraciones:
- Mayor tiempo de recuperación.
- Mayor riesgo de complicaciones postoperatorias.
5. Procedimientos mínimamente invasivos
Existen técnicas como la UroLift y la ablación con aguja transuretral (TUNA), que pueden ofrecer alivio con menor tiempo de recuperación.